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7 mitos sobre la felicidad que te están saboteando

7 mitos sobre la felicidad que te están saboteando

7 mitos sobre la felicidad que te están saboteando

Si para ti felicidad significa “mariposas en el estómago”, si tienes totalmente claro lo que estás haciendo, si conoces la clave para ser feliz ininterrumpidamente en esta vida... No leas este artículo.

Cada persona es un mundo, así que con gran probabilidad lo que a ti te hace sentir dichoso a mí me es indiferente. Sin embargo, sí existe un consenso global sobre aquello que nos hace infelices. En este artículo haré uso de mis experiencias acumuladas y una labor de investigación para desmentir los 7 mitos sobre la felicidad que te están envenenando.

Sumérgete conmigo en este viaje donde recorreremos alguna que otra teoría conspirativa:


Por ejemplo.



1. “Hay algo mal en no ser feliz todo el tiempo”

Déjame decirte algo: el cambio va a ser siempre la única constante de tu vida. Si basas tu concepción de felicidad en algo que debe ser permanente, entonces te estás saboteando querido lector, porque creer en algo que nunca se cumplirá duele. Curiosamente, ingentes estudios avalan que incluso experimentar miedo, tristeza y ansiedad en determinadas ocasiones... ¡es saludable!

Te invito a filosofarlo conmigo; si fueras feliz de principio a fin jamás te percatarías, porque no habrías tenido ninguna experiencia contraria con que compararlo. Es tal y como decía Heráclito; no conocerías el calor sin el frío.

En una realidad donde nada dura cuanto queremos, lo único que debes esperar es experimentar todo tipo de sensaciones. Importa que tengas presente esta idea para no minusvalorar tu vida en cada bache.



2. "El propósito de mi vida debe ser buscar la felicidad"

La búsqueda de la felicidad no es buen objetivo vital, y aquí te explico por qué:

Buscar implica carecer de ese algo hasta encontrarlo, o sea que subconscientemente serás “infeliz” hasta obtener lo que deseas. Al hallarlo experimentarás un breve éxtasis, pero se desvanecerá tan pronto como tu felicidad cambie de sitio, que es cuando pasas a desear algo nuevo, y lo harás porque está en la naturaleza de aquellos que viven por y para buscar la felicidad.

¿Me estás diciendo que, si me estoy muriendo de hambre, no es un buen objetivo vital buscar comida?

Obviamente no digo eso, pero has dado con un punto importante: confundimos lo que deseamos y no necesitamos con lo que solo necesitamos.

Aprender a controlar aquello que deseamos es uno de los grandes pilares el autodominio. Esto último sí me parece un mejor objetivo.



3. "Si no consigo "X" no seré del todo feliz"

Aquí anoto los 2 candidatos preferidos a “X”:


  • El amor romántico: ¿alguna vez sentiste pena por ese conocido al que nunca viste con una media naranja? ¿Por qué? El amor solo trae cosas buenas, pero no deberíamos sentirnos carentes de ellas si no estamos sujetos a nadie. Más caminos llevan a Roma.


Según psicología y mente, aquellos que no actúan movidos por un impulso obsesivo de encontrar una pareja estable son más capaces de hallar felicidad en más rincones de la vida que quienes deciden permanecer al lado de alguien. Estas personas saben sentirse plenas por medio de la autorrealización y desarrollan amistades más profundas.

Una relación sana sólo puede construirse si sabes sentirte pleno en soledad, de lo contrario nunca te enamorarás de nadie, pues en el fondo te habrás enamorado de la idea de no estar solo. Qué paradójico.


  • Un grupo grande de amigos (mismo razonamiento).


En esta misma línea extendemos el punto siguiente.



4. Consumir para ser feliz

Es indiscutible que existen empresas muy exitosas. ¿Sabes cómo prosperan? Vendiéndonos sus productos. ¿Cómo lo hacen? Deben hacernos sentir urgentemente necesitados por sus servicios. Por tanto, es de esperar que en una sociedad colmada de marcas tan exitosas, los consumidores vean sus necesidades ligadas a la posesión de determinados objetos, ¿pero de qué necesidades se tratan? Uno no necesita ropa de marca para sobrevivir, pero seguramente sí disfrute más su vida si se siente parte de la tendencia... O sea, cómprame para ser feliz.

Esta es la religión global del Siglo XXI, y sólo va en aumento desde que un clic es suficiente para traer esas zapatillas que tanto quieres desde China. Estos son algunos de los productos estrella en los que tendemos a basar nuestra felicidad:

  • Un coche.

  • Ropa de marca.

  • Redes sociales.

  • Netflix, Amazon Prime, HBO...

  • Alcohol.

¿Me estás diciendo que puedo ser feliz sin todo eso?”. Lo has pillado. Es más, hay un documental el cual te recomiendo personalmente que veas. Trata sobre el movimiento de “ser más feliz con menos” : Los Minimalistas: Menos es ahora (The Minimalists: Less is Now).

¡Ay espera! Es de Netflix...



Esta imagen creada por Aaron Weiss ejemplifica una vision del consumismo por medio del arte.



5. "Si no hago esto, no estoy aprovechando del todo mi vida"

  • Salir de fiesta.

  • Beber alcohol con amigos.

  • Ir de compras.

  • Residir en el centro de la ciudad.

Y qué curioso es... ¡Todo esto vale dinero!

Confieso que en mis momentos de apogeo social, siento la fogosa necesitad de experimentar los puntos anteriores, no porque me gusten (ya sé que no hay nada de malo en ellos, pero prefiero otros planes) sino porque es parte de mi cultura, y subconscientemente quiero formar parte de ella.

No es malo dejarse llevar, estemos seguros de eso, pero ten la costumbre de cuestionar tus límites.



6. Si no eres el mejor, no puedes sentirte del todo feliz

Puede deberse a la cultura, pero muchos tienen la sensación de que deben vivir por y para un propósito. Es bello... hasta cierto punto, en especial cuando el propósito es trabajar para cobrar un salario.

"Ser el mejor en lo que haces" conlleva un sacrificio, limitar tu bienestar a una realidad que puede verse fácilmente truncada. Opino que es agotador verse motivado a mejorar para ser feliz, cuando hay millones de razones mucho más válidas, y sanas.

Hay culturas que equiparan el valor de estar vivos al mismo que tiene la naturaleza por estar viva. En otras palabras, no tienes que hacer ni conseguir nada para atribuirle mérito a tu vida. El hecho de estar vivo es suficientemente hermoso y extraño por sí mismo.

Con esto no te aliento a que no hagas nada, te aliento a que cuando no hagas nada hagas el esfuerzo de percibir ese sentimiento de validez. Yo tengo un problema, y es que siento que siempre debería estar trabajando en algo, porque para mí eso caracteriza al mejor.



7. Entra en la carrera de la rata

Con esta famosa frase en su libro “Padre Rico Padre Pobre”, Robert Kiyosaki buscaba equiparar el camino convencional de todo ser humano con el de una rata en una rueda de hámster.

Estudia, consigue trabajo, cómprate una casa, endéudate, entrégale todo tu tiempo e ilusión al trabajo para parar tus deudas y mantener tu nivel de vida.

Mi padre ha sabido educarme en el valor de trabajar para uno mismo. A veces ese “mismo“ incluirá a más personas, como a tus hijos. No obstante, todo se resume en la idea de que este es el único camino existente. ¿Menudo mito no?

Y sí, es un mito porque hay más opciones, pero me reservo el concepto de independencia financiera para otros artículos. Quizás acabes de descubrir que pagar deudas no es la causa a la que deseaste dedicar tu vida, y que por tanto esta realidad que te vendieron no es la que quieres. Mi más sincera enhorabuena, acabas de dar con tu causa perfecta:


Trabaja para construirte una realidad distinta.


Sísifo es un personaje de la mitología griega en quien pienso habitualmente, ¿aprendería a ser feliz con el destino que le tocó?



Conclusión: redefinamos felicidad

Todos intentarán venderte algo, todo gira alrededor de generarte una necesidad. Cuando abres tu Instagram, vas a Youtube, enciendes la televisión... el único objetivo de ese contenido es llegar hasta ti querido lector. ¡Por amor de Dios! Hasta yo intento cautivarte para que me leas.

Como toda empresa, yo también pretendo generarte una insaciable necesidad: cuestionar tu felicidad.

¿Cómo está configurada? ¿Es alcanzable? Es cierto que todos nos movemos instintivamente hacia lo que nos hace sentir bien. Tristemente, cada vez es más complicado saber a qué demonios nos referimos con eso, ¿o es que sabes exactamente lo que debes hacer para ser feliz ahora? ¿Y por qué equiparamos “estar bien” con “ser feliz” automáticamente? Estas son las preguntas que quiero que te hagas.

Porque llevamos la cultura arraigada a los huesos, porque tu cultura la definen las empresas sin que te des cuenta, porque no hay rumbo fijo a lo que te llena, redefinamos “felicidad”. Y por favor, redefinámoslo para que sea algo que podamos encontrar en el jardín de nuestra casa.

happyzenstudio@gmail.com

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