El 99% de la gente no sabe por qué se levanta por las mañanas. Si pudieras sonsacarles una respuesta sincera, acabarías con un abanico de respuestas como: para ganar dinero, para estudiar, para ser mejor en esto... Unos pocos dirían “para luchar por mis sueños”, ¿pero cuáles? De nuevo, veríamos que sueñan con poder, dinero, amor... En otras palabras, priorizamos algo fuera de nosotros mismos que nos hará felices en el futuro.

¿Por qué esto supone un problema?

Mario tiene 19 años y sueña con encontrar el amor de su vida, aprobar todos sus exámenes y conseguir un buen trabajo. No podemos negarle que todo eso no sea importante, al fin y al cabo, le hará enormemente feliz.

¿Qué sucede? Todas esas cosas requieren nuestra atención... ¡pero están en el futuro, y Mario vive ahora! Por eso le cuesta levantarse por las mañanas. Mario no puede viajar físicamente al futuro, pero sí trasladarse mentalmente al presente. ¿Por qué no decide Mario traer su cabeza aquí entonces, aunque sea brevemente? Eso significaría instalarse en un momento en el que carece de pareja, de dinero, de trabajo... El presente no está hecho al gusto de todos, no nos hace felices, y Mario quiere ser feliz por encima de todo. Así que decide dedicar todos sus esfuerzos en mejorar el presente, y ninguno en aprender a vivir en él tal y como es, por eso mientras lucha por sus sueños Mario está deprimido, estresado, iracundo.

El sentimiento más infravalorado en la sociedad

¿Ves el problema? Perseguir nuestros deseos se vuelve un objetivo tan demandante que despreciamos el potencial de otro: hallar la paz del momento presente.

ÍNDICE

1. Solución.

2. ¿Por qué es importante aprender sobre el Zen específicamente?

3. Orígenes del Zen.

4. Distintos tipos de Zen.

5. ¿Cuál practicar?

6. Cómo incorporarlo en tu día a día.

7. Beneficios a largo plazo.

8. Conclusión: seamos del 1%

Solución

¿Hay alguna manera de encontrar paz en medio todo este ajetreo? La respuesta es sí, y su nombre se llama Zen.

El Zen es una filosofía de vida milenaria que ofrece herramientas prácticas para vivir en el presente y cultivar la serenidad. Si bien es cierto que tiene sus raíces en el budismo, no estamos promoviendo ninguna religión; Budismo es religión, Zen es pura práctica. Imagina que se trata simplemente de enseñar el famoso carpe diem.

Comenzar tu día con una mente clara y tranquila, capaz de enfrentar cualquier desafío con calma y enfoque, aliviar el sufrimiento... Eso es lo que el Zen puede ofrecerte.

¿Por qué es importante aprender sobre el Zen, específicamente?

Sencillamente porque tu vida siempre tiene lugar ahora y nunca en el futuro, es vital que aprendamos a disfrutar el presente por mucho que las circunstancias cambien o no sean siempre como queremos. El Zen es importante porque utiliza para ello la meditación.

¿Qué pasa con a meditación?

Un estudio publicado en la revista Health Psychology Review encontró que la meditación mindfulness, una práctica central del Zen, puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y mejorar la función inmunológica (Black et al., 2009).

Especialmente si eres universitario y/o trabajas esto es crucial, porque te verás constantemente lidiando con un presente muy estresante. Además, la meditación Zen puede aumentar la concentración, mejorar la memoria y fomentar una mayor sensación de felicidad. En un estudio de la Universidad de Harvard, se descubrió que la meditación regular puede aumentar el grosor de las áreas del cerebro asociadas con la atención y la regulación emocional (Lazar et al., 2005). ¿Quién no quiere poder concentrarse más durante tus estudios o trabajo y sentirte emocionalmente más equilibrado?

Ya en 2011 los neurocientíficos descubrieron que la meditación

puede cambiarte a nivel cerebral según este artículo de Lion´s Roar.

Orígenes del Zen

El Zen surgió en China durante el siglo VI como una escuela del budismo Mahayana llamada "Chan". La palabra "Zen" proviene del sánscrito "dhyana", que significa meditación. Esta escuela fue influenciada por el taoísmo chino y se enfocó en la práctica de la meditación sentada (zazen) y en la experiencia directa de la realidad.

El Zen llegó a Japón en el siglo XII y se integró profundamente en la cultura japonesa. En el siglo XX, el Zen se expandió a Europa y España, influenciado por maestros japoneses y la creciente curiosidad occidental por las filosofías orientales. Hoy en día, el Zen es practicado globalmente y se adapta a diversas culturas.

Aunque en un principio Zen y budismo fueron de la mano, aquí los tratamos como conceptos separados. Este es un mapa orientativo sobre le expansión del Zen a través del budismo.

Distintos tipos de Zen

• Soto Zen: fundado por Eihei Dogen en el siglo XIII, se centra en la meditación sentada (zazen). Enseña que la iluminación está presente en cada momento de la vida diaria. Enfatiza simplicidad y la presencia constante.

  
  

• Rinzai Zen: fundado por Eisai en el siglo XII, es conocido por su uso intensivo de koans, preguntas o declaraciones paradójicas que desafían la lógica y promueven la reflexión profunda. Esta escuela pone un fuerte énfasis en la disciplina y la práctica vigorosa de zazen.

  
  

• Obaku Zen: combina elementos del Soto y del Rinzai, y añade prácticas del budismo chino, como la recitación de sutras (discursos de Buddha y sus discípulos) y el uso de mudras (posición simbólica de los dedos). Fundada por el monje chino Ingen en el siglo XVII, esta escuela promueve la armonía entre cuerpo y mente.

  
  

• Zen Coreano (Seon): es la versión coreana del Zen, es similar al Rinzai japonés en su uso de koans y en su enfoque en la meditación. Seon también tiene una fuerte conexión con la tradición Mahayana y pone énfasis en la práctica diaria y la atención plena.

  
  

• Zen Chino (Chan): origen del Zen japonés y coreano. Enfatiza la meditación directa y la experiencia personal. Esta escuela ha influido profundamente en las otras tradiciones Zen y sigue siendo una práctica vital en China.

¿Cuál practicar?

Decidir qué escuela de Zen prefieres depende de tus intereses espirituales y estilo de vida. Además no es excluyente, es decir, puedes aprender sobre meditación sin tener que identificarte con un tipo. Aquí hay algunos consejos:

• Soto Zen: Ideal si prefieres una práctica de meditación tranquila y constante.

• Rinzai Zen: Perfecto si te gustan los desafíos mentales y los koans.

• Obaku Zen: Bueno si buscas una práctica que combine meditación y recitación de sutras. Zen Coreano (Seon): Adecuado si quieres equilibrar la meditación con una fuerte tradición espiritual.

• Zen Chino (Chan): Ideal si prefieres una tradición que enfatiza la experiencia personal directa.

Personalmente el Soto Zen parece más objetivo.

Cómo incorporar el Zen en tu día a día

Atención plena en las actividades cotidianas

Practicar la atención plena significa estar completamente presente en cada actividad que realizas. Cuando laves los platos, cerciórate de estar sólo lavando los platos. Cuando comas, sólo come. Cuando respiras, sólo respira... Al concentrarte en el momento presente y observar tus pensamientos sin juzgarlos, puedes transformar tareas mundanas en oportunidades para la meditación y la reflexión. A muchos les suena aburrido, pero realmente sólo es difícil.

Simplificación de la vida

El Zen valora la simplicidad y la eliminación de lo superfluo. Esto puede significar limpiar tu espacio de trabajo, reducir tus pertenencias a lo esencial o simplificar tu agenda diaria para tener más tiempo para lo que realmente importa.

Escucha activa y comunicación consciente

El Zen nos enseña a escuchar con atención y a comunicarnos de manera consciente. Esto implica prestar plena atención a la persona con la que estás hablando, sin interrumpir ni pensar en lo que vas a decir a continuación. La comunicación consciente puede mejorar tus relaciones y fomentar una mayor comprensión y empatía.

Practicar la gratitud

Incorporar la gratitud en tu vida diaria puede ayudarte a mantener una perspectiva positiva y a apreciar el momento presente. Tómate un momento cada día para reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido. Esto puede ser una parte de tu práctica de meditación o una actividad separada.

Ejercicio y movimiento consciente

El ejercicio puede ser una forma de meditación en movimiento. El yoga es la práctica física más ligada a la meditación porque requiere atención y no es tan automática como hacer pesas. Aun así, todo el deporte cuenta.

Beneficios a largo plazo

Practicar el Zen de manera constante puede traer numerosos beneficios a largo plazo. Las personas que incorporan el Zen en su vida diaria reportan:

• Mayor claridad mental: La meditación y la atención plena pueden ayudarte a despejar la mente y a enfocarte mejor en tus tareas.

• Reducción del estrés: Al aprender a vivir en el presente y a no preocuparse por el pasado o el futuro, puedes reducir significativamente tus niveles de estrés.

• Mejora en las relaciones: La escucha activa y la comunicación consciente pueden fortalecer tus relaciones personales y profesionales.

• Mayor bienestar físico: La práctica regular de ejercicios conscientes y la reducción del estrés pueden mejorar tu salud física en general.

• Felicidad duradera: Al cultivar la gratitud y la atención plena, puedes desarrollar una mayor sensación de felicidad y satisfacción con la vida.

Conclusión: seamos del 1%

El Zen es una filosofía de vida y una práctica de meditación que puede transformar tu bienestar físico y mental. Desde sus orígenes en China hasta su evolución en Japón y su expansión a Europa, el Zen ha ofrecido un camino hacia la paz interior y la comprensión profunda del presente. Al explorar y practicar las distintas escuelas de Zen, y al incorporar sus principios en tu vida diaria, puedes descubrir una forma de vivir más plena y consciente.

Para aquellos que buscan un estilo de vida equilibrado y lleno de felicidad, el Zen ofrece herramientas poderosas para alcanzar estos objetivos. ¡Atrévete a explorar el Zen y transforma tu vida hoy!

Fuentes:

• Black, D. S., Milam, J., & Sussman, S. (2009). Sitting-meditation interventions among youth: A review of treatment efficacy.

• Health Psychology Review, 3(3), 227-246. Lazar, S. W., Kerr, C. E., Wasserman, R. H., et al. (2005). Meditation experience is associated with increased cortical thickness. NeuroReport, 16(17), 1893-1897.